LA CANTANTE, QUIEN ASEGURA QUE NO UTILIZA LOS ESCÁNDALOS PARA SU PUBLICIDAD, ESTRENARÁ DISCO EN SEPTIEMBRE PRÓXIMO.
Sobre Katy Perry se ha dicho cualquier cantidad de cosas: que si su estrategia de publicidad es hacer comentarios escandalosos; que si es la versión estadounidense de la británica Lily Allen; que si tiene un pleito casado con la actriz Zooey Deschanel (protagonista de la película 500 Días Con Ella) por su parecido físico; y la más reciente, su crítica lanzada en contra de Lady Gaga al considerar que Alejandro, el video de la neoyorquina, es una burla a la religión.
Y aunque Perry ha marcado muy bien su diferencia con otras cantantes pop, pues según ella no tiene que recurrir a "trucos escandalosos" para llamar la atención, lo cierto es que la californiana de 25 años ha hecho de sus senos y de la polémica -aquella que plasma en sus declaraciones y en la lírica de sus canciones- sus armas más poderosas.
Prueba de ello es que previo al inicio de la promoción de su nuevo álbum, Teenage Dream, que saldrá a la venta el 24 de agosto, la intérprete nuevamente se ubicó en el "ojo del huracán" al hablar a la revista Rollig Stone sobre su vida en el seno de una familia evangélica, además de revelar que siente "asco" por el sexo ocasional, por lo que muchos se preguntan cómo se relacionó con el actor y comediante británico Russell Brand, quien, por cierto, fue adicto al sexo.
A lo anterior se suma el hecho de que la californiana compró un viaje para su novio a 110 mil metros de altitud en una nave del Virgin Galactic.
El extravagante regalo le costó la nada despreciable suma de 200 mil dólares y fue un detalle especial por el cumpleaños número 35 del artista británico.
Durante la charla que Perry sostuvo con la revista estadounidense, para cuyas imágenes la joven posó en lencería, rechazó que se arrepienta de la crítica que le hizo a Lady Gaga.
Todo comenzó cuando la intérprete de canciones como I Kissed a Girl escribió en su Twitter que el video de Alejandro era "una burla a la religión".
"Soy sensible con Russell y hablé con él sobre tomar el nombre del Señor en vano (...) Creo que cuando pones el sexo y la espiritualidad en la misma botella y lo agitas, suceden cosas malas". Pero parece que Perry se lo pensó mejor, y días después de la polémica aclaró la situación en un programa radiofónico: "Lo que me hace gracia es que todo el mundo pensó que me refería a ella.
"Últimamente he visto muchas cosas que, por mi educación, yo nunca habría hecho. Por ejemplo, cuando Madonna se subía a una cruz o cuando a veces mi novio dice cosas demasiado fuertes para mí. Es difícil de explicar sin parecer una chica algo hipócrita. Puedes estar de acuerdo o no pero la espiritualidad y la sexualidad son cosas distintas, y cuando las juntas en un video puede resultar interesante para algunas personas".
Una tierna y soñadora adolescente
A pesar de su afán escandaloso, es innegable que Katy Perry -quien ha vendido más de 15 millones de discos y 22 millones de unidades de sus sencillos- ha sabido elegir a las personas con las que se involucra a la hora de trabajar, y "Teenage Dream" no fue la excepción al reclutar al no menos polémico rapero Snoop Dogg en su canción California Gurls, y que funge como primer sencillo de su tercer disco en estudio.
En el video de dicha canción, realizado por el artista visual Will Cotton, también aparece Snoop Dogg, rodeado de algodones de azúcar, caramelos, chocolates, panecillos y sensuales mujeres en una especie de país de los dulces.
La mancuerna entre Will Cotton y Perry se dio cuando la cantante contactó al pintor por primera vez hace unos meses para manifestarle su entusiasmo por su obra. A su vez, el artista originario de Massachusetts le confesó a ella su admiración, y entonces acordaron trabajar juntos en la portada de Teenage Dream.
El álbum, que remite al escucha en algunos momentos al sonido del dueto ruso t.A.T.u. (por el tono de voz de la estadounidense y los ritmos eléctricos de las canciones) fue producido por Dr. Luke (Kesha, Avril Lavigne, Leona Lewis, Pitbull) y Max Martin.